¿Constructores de monumentos o Constructores de movimientos?

Una crisis silenciosa recorre el liderazgo cristiano. Recientes estadísticas de “Barna Group” pintan un cuadro alarmante: un tercio de los pastores y líderes han visto su calidad de vida y liderazgo deteriorarse en los últimos años, con un aumento dramático en quienes reportan un deterioro espiritual, mental y físico. Esto significa que nos estamos agotando al tratar de lograr solo las "buenas" metas, sin darnos cuenta de que, en el proceso, estamos sacrificando las "mayores cosas" para las que fuimos llamados. El mayor peligro para nuestro liderazgo no es el fracaso; es el éxito en las métricas equivocadas. Hemos perfeccionado el arte de construir nuestros propios "monumentos" —iglesias y ministerios con excelentes programas y buena asistencia—, mientras el mandato de Jesús de expandir Su Reino a través de un “movimiento” queda relegado. Es hora de un cambio radical. Es tiempo de abrazar un liderazgo saludable, que no solo suma, sino que se multiplica en la vida de otros.

Pastor Walter Angelica

10/16/20252 min leer

scaffolding on the side of a building with a clock tower in the background
scaffolding on the side of a building with a clock tower in the background

El Líder Saludable

La paradoja del ministerio es que a menudo cuidamos a todo el mundo, menos a nosotros mismos, poniendo en riesgo muchas veces nuestra salud, nuestra vida espiritual y nuestras relaciones. Creemos que sacrificarnos en el altar del ministerio es noble, pero un liderazgo sostenible no nace del agotamiento, sino del desbordamiento de una vida plena y espiritualmente saludable.

El modelo “RPMS” ( inglés para Revoluciones Por Minutos ) ofrece una instrumento de diagnóstico y medición vital para nuestro "motor" interno:

  • Salud Relacional: ¿Estamos cultivando conexiones auténticas o nuestra identidad se basa en el desempeño?

  • Salud Física: ¿Honramos nuestro cuerpo como un templo o lo agotamos hasta el límite?

  • Salud Mental y Emocional: ¿Procesamos nuestras emociones ante Dios o lideramos desde una fachada de confianza superficial y un liderazgo tóxico?

  • Salud Espiritual: ¿Nuestra conexión con Dios se basa en un profundo apego a Él, (Juan 15:7), o solo en tener un buen comportamiento y una gran fachada?

Cuidarnos no es egoísmo; es la mayordomía esencial para tener un impacto duradero. ¿Qué área de su vida está descuidando mientras está cuidando algo o alguien más?

Mejores cosas con Jesús

El llamado de Jesús no fue a llenar grandes auditorios, sino a formar verdaderos discípulos. Sin embargo, otro estudio impactante revela que menos del 5% de las iglesias en EE. EE. UU. tienen un compromiso con el discipulado. Esto pone en evidencia que nos hemos cambiado el enfoque de hacer discípulos de Jesús a simplemente alcanzar a más gente, y de equipar a las personas a meramente informarles.

Ser un líder multiplicador exige un giro de 180 grados en varias áreas de nuestro liderazgo entre los que se incluyen el compromiso de remplazar

  • Los Programas por las Relaciones: Los programas tienen un lugar, pero la transformación ocurre en el discipulado relacional, de vida a vida.

  • De solo acumular a equipar y enviar: El éxito no se mide por cuántas personas retenemos, sino por cuántos discípulos equipados enviamos a sus esferas de influencia. Como afirma el autor Jeff Vanderstelt, "es hora de que volvamos a aquello para lo cual Él nos salvó: ser discípulos de Jesús que hacen discípulos de Jesús".

Aquí es donde el liderazgo se vuelve verdaderamente sacrificial y poderoso. "Abanderar la reproducción" significa invertir en otros con la intención de enviarlos, incluso cuando duele o nos deja en una posición vulnerable. Significa liderar con las manos abiertas, entendiendo que las personas no nos pertenecen; son un encargo del Señor

El llamado a hacer mayores cosas con Jesús

El camino hacia las “mayores cosas con Jesús” (Juan 14:12) exige que abandonemos la seguridad de lo “bueno”. Requiere la valentía de priorizar nuestra salud sobre el ajetreo, de enfocarnos en el discipulado por encima de los programas y de abrazar la reproducción de líderes como nuestra máxima meta. Dejemos de ser constructores de monumentos y convirtámonos en facilitadores de movimientos del Reino de Dios.

Pastor Walter Angelica