Nuestro Corazon

Como pastores, hemos pasado años escuchando los corazones de otros líderes y, con el tiempo, hemos visto con dolor las batallas silenciosas que se libran detrás del púlpito. Hemos visto a hombres y mujeres de Dios, ungidos y apasionados, sentirse abrumados por una carga que, como Moisés, sienten que no pueden llevar solos. Hemos sido testigos de la epidemia silenciosa de soledad que puede hacer que pastores se sientan solos incluso cuando están rodeados de personas y de las congregaciones que tanto aman.

Sabemos que ciertas culturas ministeriales a menudo nos presionan a proyectar una imagen de fortaleza inquebrantable, obligándonos a ocultar nuestras propias luchas y a temer la vulnerabilidad. Vemos cómo el agotamiento se ha convertido en una extraña medalla de honor, y cómo el descanso es visto como un lujo en lugar de un mandato divino. Reconocemos la profunda ironía de predicar sobre la gracia mientras sentimos que debemos ganarnos nuestro valor a través de nuestro rendimiento personal. Y, lo que es más importante, hemos visto cómo este sistema puede tratar a los pastores como herramientas para ser usadas en la construcción de un castillo, solo para luego ser descartadas cuando se gastan o se rompen por el uso.

Es precisamente por eso que nuestra red existe. No existimos solo para ofrecer otra estrategia de crecimiento para su iglesia o solo un nuevo método para aumentar la eficiencia ministerial. Nuestra misión es radicalmente diferente. Creemos que la mayor necesidad de la iglesia no es necesariamente un pastor más productivo, sino un pastor más saludable. Nuestro enfoque no está en lo que haces, sino en quién eres. Antes de ser un obrero, eres un hijo de Dios y es esa identidad la que buscamos afirmar, nutrir y proteger por encima de todo. Entendemos que el poder de Dios no se manifiesta en nuestra invulnerabilidad, sino que, como nos recuerda el apóstol Pablo, "se perfecciona en la debilidad" (2 Corintios 12:9).

Por lo tanto, no le vemos como un activo que necesita ser reparado para un mejor rendimiento, sino como un amigo que necesita un lugar seguro para ser amado como hermanos que somos.

Para lograr esto, hemos diseñado un ecosistema de cuidado integral que aborda al pastor como una persona completa. Ofrecemos una comunidad segura, donde puedes compartir tus cargas con otros pastores que entienden las demandas del ministerio, que nos permite romper el ciclo de aislamiento que ahoga a tantos. Facilitamos el acceso a consejería y mentoría profesional con personas que conocen las presiones únicas del ministerio, proporcionando espacios seguros, descanso del alma y reconexión con Dios, para tener relaciones y ministerios más saludables, sin temor a ser juzgado.

No pretendemos tener todas las respuestas, pero te ofrecemos una comunidad que camina contigo y que toma en serio las mismas preguntas que tú tienes. Si estás cansado de caminar solo, si anhelas un lugar donde tu valor no se mida por los resultados del domingo, te invito a que tengamos una conversación. No para inscribirte en un programa, sino para escucharte. Porque creemos firmemente en la promesa de que "los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán y no se cansarán; caminarán y no se fatigarán" (Isaías 40:31).

¡Que el Señor le bendiga!

Pastor Walter Angelica

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